Es obvio que hoy día se lleva el chico que está en forma y marcadito. No lo veo mal, pero para llegar a eso, éstos pierden horas y horas en un gimnasio, dejan de lado ciertos placeres, y terminan siendo exclavos de las dietas.
Por mi parte, yo estoy tranquilo. No soy exclavo de las dietas ni me mato en un gimnasio... solo tengo que esperar a que cambien las modas. Cuando se ponga de moda la barriguita cervecera, ahí estaré yo, en el bar, con el codo apoyado en la barra, triunfando.
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