Capturé este momento en Amsterdam, en el tranquilo barrio de Jordaan. El dueño de la bicicleta, que estaría haciendo sus labores diarias a saber dónde, debería estar tranquilo por contar con semejante ser cuidándole sus pertenencias. Me estuvo mirando con malas pulgas un buen rato.
jajaja muy bueno... es mas recuerdo grafitis de esos en muchos sitios de amsterdam... me gusta la foto... y tu comentario. soy sergio
ResponderEliminarHola Sergio, gracias por escribir. Efectivamente, en Amsterdam se podían ver incluso edificios enteros 'graffiteados'. A ver si subo algunas fotillos.
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